martes, 13 de octubre de 2015
Los hechos que me llevaron a esta coyuntura, fueron los mismo que hoy me hacen dudar de ella. Acaso mi obra maestra, coraza ferrosa e ignífuga, forjada a propia hoguera y hielo seco, había comenzado a quebrarse tiempo atrás.
Sí que había miedo.
Había miedo a ámbitos desconocidos, a saberme de nuevo diminuta, a no dejarme medrar. Era yo siendo terceros, y por primera vez como Carraway: Me hallaba dentro y fuera.
Ay, pequeña, en quién brotasen ahora tus quince y guardare la misma sonrisa! ¿Recuerdas cómo nos conocimos? Reconócete en aquello que fueres, porque no formas más que lo que entonces esperabas.
ª... Mira lo que tienes. Mira lo que dejas. Palpa la vida. Pasarán las horas, llegará el tiempo, marcarán tu rostro pero, no te importe ni te turbe, no acongoje ni te espante. Ojalá te señalen pronto las profundas cicatrices. Dirán en tu defensa lo que un día ya quisiste:
Sé feliz. Siempre.ª
(Y recuerda el único miedo a no sentir nada)
lunes, 12 de octubre de 2015
martes, 6 de octubre de 2015
Será que estamos a principio de mes, o que las hojas empiezan a perder el verde. Que ya tengo otra ciudad, que no te escribo en los rincones, que no me suenas en las calles, que ya no entras en mis vaqueros. Será que ya no eres, pero no reconoceré jamás el dolor que me supone odiarte así.
Para que, además, ni me hagas escribir algo bueno.
jueves, 1 de octubre de 2015
Años en primavera
Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma.
El exterior ya no es el mismo. Ya no queda astro o piélago y, ardiente por destrozarnos, Eolo viste su capa más gris y se funde con el estruendo de la urbe.
Tú eres ese septiembre. Ese que arranca el tono glauco a las flores, ese que usurpa el pigmento cetrino a la hierba, el mismo que hurta en mi verdegal y escapa ileso bajo la picaresca.
Entre tanto, neófito e inexperto, tiñes tus fauces más ciertas con el cromatismo de las delicias que quebrantas.
Pero aún me queda la esperanza que me confiere saber que todo verde para nutrirse necesita agua, y si hoy tus ojos lucen brillantes y su gama es viva que nunca, es porque te han provocado algún aguacero al saber que se aproxima Septiembre.
De trazos antiguos
Tú, por el cielo, mi niño. Mi pequeño y adorable niño. Cuando cierres los ojos, cuando no queden hadas, cuando los infantes crezcan y te aterren los padres, entonces.
El cuerpo se asemejaba a una máquina perfecta que aún no supiere controlar. Cómo resistía cada día, cómo llegaba a punto al siguiente, cómo cruzaba la meta en la línea de tiempo. Son cosas que aún ahora desconozco.
Algo se movía y yo era capaz de percibirlo. Formaba parte de esa traslación que días atrás me fue desconocida. Por primera vez era sol y era tierra. Había satélites y sistemas. Podía ver aurora y nebulosa.
Subía tan alto que soñaba, ansiosa y suicida, la caída.
sábado, 5 de septiembre de 2015
Hoy hace años que nos conocimos.
Posiblemente tú ni te acuerdes, seguramente yo ni lo sepa. Pero hoy, justo hoy, hace cinco años que soy más fuerte
Justo hoy, hace unos años, nos inventamos un septiembre donde existía la primavera.
Y ahora, ahora hace tanto frío que hasta nos hemos helado.
Más muertos que vivos. Más daños que alegrías. Más grises que verdes
Nos fuimos agotando, poco a poco, como estaciones que pasan dejando la esperanza de encontrarse el año próximo
lunes, 24 de agosto de 2015
Y gritabas que no me fuese, aunque sabías que no te pensaba salvar.
Mi cielo, mi vida, mi amor, mi pequeño ángel, te he querido tanto como podía quererme a mí misma.
Mira bien, hasta este punto llega mi egoísmo. Si alguna vez te amé, fue en la búsqueda de una estima propia, en la espera de hallar mi propio amor. Ese mismo que hacia mí desbordas.
(...)
jueves, 20 de agosto de 2015
Y quizás ahora vivas feliz, pensando que la ciudad es tuya y que allí no quedan recuerdos. Quizás ahora vivas feliz, pero sabes que llegará el invierno, que pasará septiembre y octubre, y que allí hace demasiado frío.
Ya no importa. Yo estaré en un lugar más helado aún, y seguiré sembrando en invierno nuevas flores que no perecen bajo la escarcha de esos días.
Todos saben que la primavera llegará casi en mayo , pero nosotros quisimos rescatarla en septiembre.
Así nos vamos creando, "hielo seco y escarcha", bajo la idea de florecer cuando nadie más lo hace.
Quizás vivas ahora feliz. Quizás ya no seamos dos locos. Quizás, aquel abril, matamos todas las primaveras.
domingo, 9 de agosto de 2015
(...) pero del daño que me has hecho, de eso nadie habla. Me han hecho falta años para comprender la huida. Ahora sé que eras Demian. Ahora sé que solo te busco en otros seres.
La nostalgia llegó demasiado pronto a mi vida. Veinte años no son nada, y son suficientes para sentir esta terrible tristeza inundando los días que anteceden a Mayo.