miércoles, 21 de noviembre de 2012

Capítulo R, de mi nombre original.

En el fondo es solo una fachada. Nuestra fachada. La de casi mil millones de personas más.
Nos creemos especiales.

En aquellos días, en aquel tiempo, en aquella hora. En el momento que fue no existieron las tapaderas, no había superego. (Freud se habría cebado con nosotros)

Y mirarnos a la cara y saber que en un fonema nos conocimos más que de lo que nunca llegaremos a sabernos.

Y seguir haciendo que no pasa nada.
Y seguir pensando cómo fue posible.

S I Y O N U N C A M E H E L L A M A D O E M .

No hay comentarios:

Publicar un comentario