jueves, 29 de marzo de 2012

y a mí

Sigo siendo la misma persona de siempre, la que soy desde hace mucho tiempo, y qué me cuesta ser yo misma... Qué me cuesta definirme, aceptarme, adularme incluso si hago algo bien
Qué me cuesta ser yo misma... O que miedo tengo a que alguien descubra como soy
Más miedo si viesen lo que me gustaría ser

Cómo odio a la gente como yo...

Y vanidad,. vanidad y una capas de maquillaje, para tapar las imperfeciones que nos hacen ser

miércoles, 28 de marzo de 2012

O de cómo hacer de las palabras mi propio suicidio

Era siempre lo mismo, afortunada, o desgraciadamente, era siempre lo mismo, y empezaba a odiarte por ello.

La próxima vez que tenga un impulso poético átame las manos, tapóname los labios, cúbreme los ojos e invade mi mente. Asfíxiame por un momento en un vano intento de ahogarme,
de ahogarme en ti.
De que agonices conmigo.

Eres el culpable de mis versos. Es algo que nunca voy a perdonarte, seas quien sea.

¿Cómo odiar algo que no es siquiera tangible? Cómo quisiera deshacerme de ti, de lo que me provocas, de lo que me llevas a hacer...

Con la mayor fuerza destructora, con la más grande de las armas, con el más alto potencial. Mi propio Tibbets, yo, Hiroshima, bomba nuclear...
Y aún así, todavía no me libraría de las palabra
Nunca me libraría de mi muerte

Único culpable, tú, vosotras, mis palabras.
Teníamos una letra muy parecida. quizás, en ese verano en el que decidir cambiar mi ortografía, y con ella parte de mi, ya me estaba inspirando, sin ni siquiera saberlo, en tu persona.
Como para tantas otras cosas. Tú, el Arte, el Arte, siempre el Arte. Tu letra es algo más chica, menos curvada y bastante más clara y precisa que la mía, nunca podré superarte, pero me sorprende ver que, de nuevo, encuentro el ti un modelo a seguir.

El Arte, quizás nunca me haya atrevido, ni me atreva, a decirte esto a la cara, supongo que por eso lo escribo, aunque sea público, es mi única manera de perder el miedo a expresarme (perdóname por ello). Siempre fuiste el Arte, fuiste y eres, no cabe duda, y por mucho tiempo, lo serás.

El Arte... Pensaba que se había perdido todo atisbo de hallar de nuevo aquella amistad en cortos espacios, en breves momentos, en pocas veces. De encontrar la felicidad en pequeños placeres de domingos por las tardes, junto a un café y unos pasteles (Siempre de chocolate)

Y es maravilloso, realmente es maravilloso saber que pasa, que también lo veas así, que, al fin, alguien ha vuelto a aparecer y ha querido ser. Ser Arte.

Probablemente, también aprendí más es unos meses que en muchos años de mi vida.
Y espero que así siga siendo

El resto, eres tú (Arte) y espectáculo.

lunes, 26 de marzo de 2012

Retales de relatos, O si cumpleindo la legalidad todo vale

(...)
En todas las mañanas le veo. Allí, siempre en el mismo sitio, simpre vestido de la misma manera, siempre tan asquerosamente sonriente.

No sé el tiempo que lleva en este sitio, aunque reconozco que la primera vez que me fijé en usted no fue en este entorno. Nunca me habria fijado en usted dentro de ese entorno, no es porque resulte vulgar ni nada de eso, oh no, a mi corta edad ya me he librado de prejuicios y demás vanidades. Simplemente voy demasiado atareada como para pensar que puedo encontrar algo sorprenderte.

Tampoco tomo mucho cuidado ,ni recato, alguno cuando paso delante suya, ni veo porqué hacerlo, resultaría absurdo, de hecho nunca me lo he planteado, simplemente el estar suponiéndolo me resulta penoso.

Parece ser que usted tampoco toma recato alguno fuera de este ámbito, póngase por máxima la eficiencia en el puesto y la legalidad, ante todo. Apartado estos impedimentos, sé que no se priva de decir o hacer nada de lo que le apetezca.
No voy a negar que esa moneda de doble cara que es usted me encanta. Hasta un punto en el que comenzaría a rozar lo depravado o lo ilícito.
No sería de extrañar que, dada mis observaciones, no sea la primera "Lolita" con la que se encuentra, y seguramente tampoco sea la última, sabemos ver más allá de una camisa perfectamente planchada y una corbata, y he(mos) de decirle que hay actitudes que no se pueden disimilar.

Sabiendo que yo, posiblemente, haya cruzado una o dos veces escasas su pensamiento, he decir que no me importaría cruzarlo alguna que otra vez más, aunque sea con el semaforo en rojo y riesgo de atropello. Posiblemente ni piense que me produce esto, ni imagine que sea capaz de escribirlo de forma tan directa y clara.
Le diré la verdad, yo tampoco, pero cosas peores (le, me) he visto.

Sin más rodeos, Señor-hombre-chico de la jodida sonrisa y el detestable parecido con mi amor platónico, sepa usted que cada vez que me lo encuentro me planteo cómo puede ser que aún siga soltero o que no tenga ninguna "amiga" conocida, y empiezo a pensar, e intentar convencerme, de que cuando le conocen pierde usted su encanto por que tiene algún terrible defecto, pero yo no se lo veo.
Total, para las cosas que se me pasan por la cabeza no hace falta que nos conozcamos mucho.

Atentamente, desde la legalidad ( o casi)
La chica del pelo rojo

sábado, 24 de marzo de 2012

E

n estas edades comienzas a darte cuenta de cómo pasa el tiempo...
En este cumpleaños me he querido parar a hacer un recuento, los que están, los que han ido, los que se han quedado hasta el final, los que no han podido venir pero han querido estar a su manera, los que te felicitan, los que lo comparten contigo otro día, los que van con los amigos... Y los que faltan. Los que faltan porque ya no están, los que faltan porque se han ido y los que faltan porque los hemos echado.

Al final, y para mi sorpresa, me encontré con la mayoría de mis compañeros de clase, porque esos son los amigos que se hacen de pequeño y que nunca vas a olvidar. Con algunos llevo unos años, con otros toda a vida, muchos han llegado de fuera y algunos ya no están ni en el mismo centro. Pero estaban. Todos. Han estado

Y amigos externos... Los de las vacaciones, los compañeros de conciertos y esas personas que fueron, y siguen siendo a su modo, importantes, que marcaron una época.
Al final, podía contar con los dedos de una mano los amigos que han venido de fuera de mi ámbito escolar, los que se han quedado y, ya, siempre se van a quedar.

En estas edades comienzas a darte cuenta de cómo pasa el tiempo, de quién se va, quién llega, y quién viene para quedarse en tu vida.
Y te das cuenta de que ese espacio donde se acomodan no es tan grande como creías, y caben, justo, las personas que de verdad quieren estar.

Gracias por compartir todo el tiempo que hemos pasado juntos.

jueves, 15 de marzo de 2012

Ni hay héroes de otro planeta, ni hay animales importantes, ni instintos controlados.
Ni hay ideales, ni hay vida, ni hay suposiciones, ni hay nada.

Salir del mar con la piel mojada, abrir los ojos y respirar a un nuevo solo. Deshacerme de la ropa y quedarme conmigo misma. De nuevo, de nueva, como siempre

y el mar, el mar... No espera volver a atraparme



Ni hay ideales, ni hay vida, ni hay suposiciones, ni hay nada.
Solo hay mar, mar, y soles

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Qué había sido de mi vida? Aún no lo sabía, o no me atrevía a saberlo.

Los recuerdos malos se borraron de manera inexplicable de mi mente.
Era una niña. Cuando somos niños siempre es fácil sonreir, vivir ajenos a la realidad y sin miedo. Oh, dichosa inocencia, quién pudiera tenerte ahora... Nunca teníamos temores, no conocíamos a la sociedad ni queríamos conocerla, no habitaba en nostro el mal ni los problemas. ÉRamos fuertes, felices y fuertes, aunque no lo supiéramos.

Y el día que llegaste, fuego, el día que llegaste. Que ya n ofue nucna mñas parte de mi. Que me derramaste la sangre y la hiciste tinta. Que dejaste que corriera sin reparar en que se me iba la vida-
Y los mejores años, os mejores años, que espero que aún me queden. Aquellos quince, aquellos quince, si volvieran...

DEjar la infanci atrás y emepzar a crecer, empezar a madurar, a hacerse más consciente cada día... Fuiste tú, y fueron mis erores, fue mi Arte y fueron sus huídad, fueron todos los ojos verdes, fueron sus sonrisas, fueron sus ansias de amarme, fueron sus sueños idealistas...

Era yo, sin querer equivocarme nunca, quueriendo ser perfecta y sin redimirme, intentando no alzar la voz y gritándole al mundo

Y me doy cuenta de que nunca he valorado aquello que importaba, que nunca me apreciado y nunca me he querido, que he pasado sin intentar equivocarme

Y lo que perdura, lo que me queda, son aquellos errores que componen los mejores momentos de mi vida.

Todo fue demasiado fácil