miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Qué había sido de mi vida? Aún no lo sabía, o no me atrevía a saberlo.

Los recuerdos malos se borraron de manera inexplicable de mi mente.
Era una niña. Cuando somos niños siempre es fácil sonreir, vivir ajenos a la realidad y sin miedo. Oh, dichosa inocencia, quién pudiera tenerte ahora... Nunca teníamos temores, no conocíamos a la sociedad ni queríamos conocerla, no habitaba en nostro el mal ni los problemas. ÉRamos fuertes, felices y fuertes, aunque no lo supiéramos.

Y el día que llegaste, fuego, el día que llegaste. Que ya n ofue nucna mñas parte de mi. Que me derramaste la sangre y la hiciste tinta. Que dejaste que corriera sin reparar en que se me iba la vida-
Y los mejores años, os mejores años, que espero que aún me queden. Aquellos quince, aquellos quince, si volvieran...

DEjar la infanci atrás y emepzar a crecer, empezar a madurar, a hacerse más consciente cada día... Fuiste tú, y fueron mis erores, fue mi Arte y fueron sus huídad, fueron todos los ojos verdes, fueron sus sonrisas, fueron sus ansias de amarme, fueron sus sueños idealistas...

Era yo, sin querer equivocarme nunca, quueriendo ser perfecta y sin redimirme, intentando no alzar la voz y gritándole al mundo

Y me doy cuenta de que nunca he valorado aquello que importaba, que nunca me apreciado y nunca me he querido, que he pasado sin intentar equivocarme

Y lo que perdura, lo que me queda, son aquellos errores que componen los mejores momentos de mi vida.

Todo fue demasiado fácil

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