sábado, 24 de marzo de 2012

E

n estas edades comienzas a darte cuenta de cómo pasa el tiempo...
En este cumpleaños me he querido parar a hacer un recuento, los que están, los que han ido, los que se han quedado hasta el final, los que no han podido venir pero han querido estar a su manera, los que te felicitan, los que lo comparten contigo otro día, los que van con los amigos... Y los que faltan. Los que faltan porque ya no están, los que faltan porque se han ido y los que faltan porque los hemos echado.

Al final, y para mi sorpresa, me encontré con la mayoría de mis compañeros de clase, porque esos son los amigos que se hacen de pequeño y que nunca vas a olvidar. Con algunos llevo unos años, con otros toda a vida, muchos han llegado de fuera y algunos ya no están ni en el mismo centro. Pero estaban. Todos. Han estado

Y amigos externos... Los de las vacaciones, los compañeros de conciertos y esas personas que fueron, y siguen siendo a su modo, importantes, que marcaron una época.
Al final, podía contar con los dedos de una mano los amigos que han venido de fuera de mi ámbito escolar, los que se han quedado y, ya, siempre se van a quedar.

En estas edades comienzas a darte cuenta de cómo pasa el tiempo, de quién se va, quién llega, y quién viene para quedarse en tu vida.
Y te das cuenta de que ese espacio donde se acomodan no es tan grande como creías, y caben, justo, las personas que de verdad quieren estar.

Gracias por compartir todo el tiempo que hemos pasado juntos.

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