Capítulo H (parte II)

Si realmente quiero cambiar, debo acostumbrarme a no precipitarme escribiendo. Puede que estuviese equivocada. Sea así o no, lo cierto es que he vuelto a comprobar el poder de la palabra, sabiéndola usar según su contexto.

Puede ser que me equivocase, de lo que estoy segur es de que no he tomado una decisión equivocada.

Y Q U E L O Q U E S , E S

Capítulo H (o de cómo decir que no me atrae sin ser llamada asexual, imbécil o tonta en el intento)

Esto ha nacido antes de estar gestado
Pero en el proceso de cambio me di cuenta de algo, fíate siempre de tu instinto hacia las personas. Siempre, porque así son.
Quizás yo, sin darme cuenta suscitase sensaciones no muy positivas en terceros, que venían de las sensaciones (y sentimientos) que generaba en otros. Pues espero que sea eso, si no es que hay personas mucho peor, (incluso en el sentido sentimental y el paso al basilisco o medalla de plata) de lo que yo creía.

En los casi dos meses que llevaba de cambio aprendí a decir una cosa

P U E S T E J O D E S
No todo el mundo puede permitirse ser yo, y nunca consideraré a alguien que no ha sentido el Arte.
Y si no es así, daría pena

to be continued....

Yo, de mientras, seguiré buscando esas carreteras secundarias, en las que más de el Sol. 

De nuevo

Capítulo G

Para cambiar hay que innovar, atreverse, descubrir algo nuevo. Lo desconocido siempre da miedo.
Que ninguna tercera persona vaya a tomar parte en el resultado final del cambio, o vaya a estancarlo, no significa que no haya terceras personas implicadas en él. Está claro. La eavolución no puede ocurrir sin terceros.

Por esto hay que atreverse. En el mes y medio que llevaba cambiando mi vida, había obtenido grandes progresos, leves, imperceptibles, seguía siendo yo, que era de lo que se trataba desde un inicio.
Ahora... ¿Qué posición adoptar? ¿ Sorprenderme de nuevo con esa ataraxia? No sería descabellado, pues ya lo había hecho otras veces, muchas, y no sabía como. Pero esta vez todo iba un paso más allá.

Quería conocer a las personas. Así respetarlas, ayudarlas, comprenderlas, ser una primera persona por un instante. Luego suspendido. Lo cierto es que no había miedo a nada, casi nada. Nada que fuese contra mis principios iba a ser eliminado.
(Así pues, pasen cinco años.)

Han sido muchos años nadando, puedo lanzarme sin mirar.

N O V O Y A A H O G A R M E E N U N A P I S C I N A D O N D E N O H A Y A G U A

Capítulo F

No había duda de que el cambio no solo se estaba produciendo, sino que también estaba siendo recibido por los demás.
No presumía, a diferencia de lo que muchos pensaban, de una fama de conquistadora nata. Sin embargo, en el inicio del cambio, quizás porque yo misma lo había decidido, o quizás porque las circunstancias se habían dado, mi persona se podría haber vuelto en la "Mujer Fatal" que siempre deseó ser. Fuera como fuese, no era esto lo que buscaba, así que no lo hice, pero francamente, he de admitir, que hasta el día de hoy nunca tuve claro a qué se refería (él) al decirme "Si no pasa es porque no quieres" Ahora sé que no quiero.

Empecé a asumir que vivimos a la espera de que las cosas vuelvan. Eso se acabó. Nada más de esperar.
Bucay escribió "lo que es, es" Y no debe entenderse de otra manera. Así pues decidí vivir los momentos como únicos, disfrutar de lo efímero, después de todo eso es lo bello de los instantes, lo efímero.

Quedaba mucho por delante.
Y lo único que tenía claro es que lo más importante sería:
L A P R I M E R A P E R S O N A D E L S I N G U L A R

capitulo E (parte 2)

En pleno cambio de mi vida, la percepción que algunos tenían sobre mí había sido errónea. Esto me inquietaba y, a la vez, me resultaba interesante y fantástico. Tampoco iba a ocupar parte de mi tiempo en descifrar el porqué de esto, pero lo dejé anotado para estudiarlo más adelante

Lo que ahora ocupaba mi mente, a parte del logro al ver cómo el Arte había vuelto a presionar el gatillo y la flamante arma que ahora poesía, eran unos soles verdes.
Creía, pensaba, sentía, que el prado donde descansar sin miedo y absorber la energía para enfrentarme al mundo, estaba en sus ojos. O podía estar.
Pero solo pedía esto, nada a cambio, solo recargar mi sangre por unos instantes. Ni derramarla, ni hervirla, ni congelarla ni acelerarla. Nada que alterase su (mi) estado natural. Quizás sea un efecto mariposa, o un efecto dominó (solo quedará de pe una ficha?)

En el verano más largo de mi vida decidí no ir a la playa hasta agosto. Me quedé en la ciudad, haciendo un curso de periodismo. no me molestaba, adoraba mi carrera.

Aún quedaba todo un mes en una enorme ciudad.

E R A E L V E R A N O M A S A T I P I C O D E M I V I D A
y todo podía pasar