lunes, 8 de junio de 2015

Todo empezó en el día que dijiste:
No puedo ser
y quisiste convencerte de que vivías
(en el miedo)
de deber + de

Todo empezó en el día que te levantaste
y te dijiste, cansada del espejo
que no pensabas mirarte más en él
y lo rompiste, y le dejaste
y nunca más le volviste llamar

Todo empezó en el día en que tachaste objetivos
de tu lista, ya pretérita
y viste que todos ellos
habían sido posible

Así que te metiste en el coche
y aprendiste a conducir
Así como te metiste en la vida
y aprendiste a volar

Tan lejos esta vez que quizás te estrelles
pero tú, nunca temas. No tengas cuidado.
No, mientras haya rumbo
mientas pienses un destino
de esos que no existen
y puedas encontrarlo
dentro de ti misma.

Que es tu gigante de dentro
la que ves por fuera

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