lunes, 24 de agosto de 2015

Y gritabas que no me fuese, aunque sabías que no te pensaba salvar.
Mi cielo, mi vida, mi amor, mi pequeño ángel, te he querido tanto como podía quererme a mí misma.
Mira bien, hasta este punto llega mi egoísmo. Si alguna vez te amé, fue en la búsqueda de una estima propia, en la espera de hallar mi propio amor. Ese mismo que hacia mí desbordas.
(...)

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