miércoles, 9 de mayo de 2012

Aquí estabas. Mayo. Aquí estabas. Al fin, habías llegado. Aquí estabas. Aquí estabas y,eso, me produce una sensación desconcertante. ¿Qué me esperas? No ha sido poco. ¿Y ahora? quizás me espere yo. Puede que yo sea. Puede que este Mayo vuelva a ser. Siendo, de ser. En primera persona. O a caso impersonal. No. Así no me gusta. En primera. Sin exclusividad a ningún tercero. Quiero que Seas. Que me traigas. Que me esperes en eso. En mí. He aprendido mucho de mí. Mucho contigo. En los meses de ti, Mayo, una crece, una madura, una se hace más fuerte que de costumbre y vive, como nunca antes a vivido, en unos meses unos años. Son muchas las tardes de mayo, sus noches, sus mañanas... Sus domingos. Que nos regales cinco. Qué bonito eres, Mayo, cuando llegas y, sin saber el día, puedo decir, aquí estabas. Solo necesito un sol

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