Entonces me encontré a mí, comprobando tus referencias. Mirando si era un buen caso por el que sacrificarme o si no escribiría nada de ello. Entonces comprendí la realidad. Yo soy el suicidio que no buscas, la tabla a la que vas a aferrarte aún sabiendo que se hundirá.
Porque yo, de nuevo, soy poesía
No hay comentarios:
Publicar un comentario