No puedo dejar de llorar. Sé que te vas y no puedo dejar de (te) hacerlo.
Necesito un tren destino donde me lleves. Yo me pongo los zapatos.
Quiero volver a escribir cada tarde.
Quiero que tus presentimientos sean ciertos y compartir nevera y cuarto contigo.
Quiero que no hayas aparecido. Quiero besar a la vida. Quiero agarrarme a tus labios.
Pero sobre todo, por encima de ninguno, quiero que gritemos al unísono: QUE SOMOS CAPACES
No hay comentarios:
Publicar un comentario