jueves, 7 de abril de 2011


De vez en cuando, me gusta escucharte cantar, me gusta cerrar los ojos y volver a aquella habitación.
Dormirme escuchándote tocar, y mirar de vez en cuando, para ver si seguías a mi lado.
Verte reír cuando rodeabas mi cintura y la abarcabas con un solo brazo. O observar como te perdías cuando recorrías mi espalda con tus dedos.
Volver al tiempo en aquella habitación. A dejarnos el cuerpo en el pasillo, y a las copas vacías.
Al calor de las tardes de noviembre. A dejarnos el cuerpo en el pasillo, y a las copas vacías. Al calor de las tardes de noviembre, a flotar en azoteas todos nuestros deseos. A la magia de los domingos astrománticos.
A nuestro propio Mayo del 68.
Nunca he sido capaz de dejar constancia de ello en un papel. Y nunca podré fotografiarlo.
Nunca ocuparé de nuevo un espacio entre las cuatro paredes. Los zapatos rojos, no volverán jamás a aquel paraíso terrenal.
No hay manera de que vuelva ese miércoles.
(...)
De vez en cuando, me gusta escucharte cantar. Aunque ahora, suenes en estéreo.
De vez en cuando, me gusta escucharte...
Y seguir buscando a tientas el olor a tabaco y fresas.

Emily´s (PPP)

2 comentarios: