Como hace un año. Con la única diferencia de que parar trenes y estallar estaciones siempre fue mucho más bonito y sentido. vivir en la parte de atrás de algún escenario resultaba romántico, a su manera. Yo quise.
Este abril es el efecto de una causa nunca buscada, de algo que nunca deseé, que siquiera iba rogando. Este abril es la causa de mi indiferencia. Que se dejó llevar hasta consumirme. No, no era yo. Nunca he sido yo. Yo, mi respeto, mi diplomacia, mi manera de morderme las ganas, mi forma de ser, de aceptar, no, nunca he sido yo.
Y la suspicacia, todo por lo mismo. ¿Existe tras ello una vida? Empezaré por arruinar las redes sociales, claro, es el pecado del egocentrismo. Quizás fuese un buen momento para elegir.
Nunca debió ser así. No pudo pasar de más errónea manera. No todos son ojos verdes, la tierra también puede hacer daño.
volver a abril. Qué duro, qué triste, qué amargo... Abril, mi abril, mis abriles que son ya tres años.
Nunca tuvo por qué doler, nunca lo hizo, nunca sentí tanto. Y duele, duelo yo, por haberme defraudado, por dar todo, por esperar, y ¿Qué tener a cambio?
Que se jodan las terminaciones del mes. Yo siempre he estado.
Volver a abril, ¿No has aprendido? Y tu cuerpo, tu mente, tu Arte, tus manos, todo se pagará en ellos. Tu cuerpo, ¿qué va a salvarte ahora?
Volver a abril, qué daño, qué feo, qué trágico. Qué manera de romper el invierno más templado, esta vez sin motivo alguno. ¿qué hay? Ni hubo intención, que te la quisiste crear tú, tonta.
Volver a abril, en la espera, de que aún te quede mayo.
Mayo,mayo,mayo... Y tu Arte.
Su Arte.
Que los campos de trigo así no crecen todos los días. Y yo, y yo, a abril, a abril, a abril.
Siempre con A.
Si es que en algún momento hubo.
Qué manera de volver a abril.
Y mis soles de albahaca
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