Lo mejor de aquel verano fue que no hubo tiempo para descansar. Quizás no quería pararme a pensar, o quizás solo quería huir de todo lo que me había rodeado hasta entonces.
No hubo tiempo para detenerse a mirar qué pasaba, qué hacía, qué quería o qué buscaba, simplemente pasó, como pasan las horas, las semanas, los meses, las estaciones... Como pasa el verano, como la estación violenta.
Como pasa el tiempo cuando se es joven y nos queremos llevar la vida por delante....
No hay comentarios:
Publicar un comentario