jueves, 3 de octubre de 2013

Fría realidad

En realidad, no había ilusión. Ni deseo. Ni siquiera había curiosidad o anhelo. No. En realidad no había nada. No sabía por qué intentaba ocultarlo. 
Supongo que aquella noche lloré tanto que, en algún momento, las ganas salieron de mi vida 

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