domingo, 30 de noviembre de 2014

Entonces llegaste tú, y yo me disequé a ácido y a lágrimas, y adelgacé a llanto y a comerme las ganas
Y entonces   llegaste tú, y yo me sentí inútil, insulsa, sosa, incapaz. Tan mal y tan vana como solo tú me haces.
Y entonces decidir huir a otro sitio, a otra parte, a una ciudad que fue tuya pero que hoy me quedo,  a borrar tus recuerdos y a matarlos, a sangrarlos, a exprimirlos hasta que no quede nada
Y entonces decidí hacerte llorar, y que mi tinta fuese tu dolor
Que ya valía de que fuese solo mío

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