sábado, 16 de enero de 2016

(...)365 días del día de 125 horas. Madrid era una fiesta, y las oportunidades pasaban como trenes. Trenes que no sabíamos cuando arribaban. Madrid era una fiesta y yo corría a una figura perdida en Sol. Madrid era una fiesta y una voz imponente y majestuosa nos lo anunciaba. Madrid era una fiesta y las luces competían con nuestro fulgor y la noche se iluminaba con nuestras miradas. Madrid era una fiesta y el sueño nos vencía en casas desconocidas, entre elixires etílicos y mejunjes medicinales (...) Madrid era una fiesta y tú, aún, no estabas invitado

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