me he enamorado. Y tengo miedo.
Creo, que lo que me produce terror, no es el hecho de haberme enamorado, es el ser consciente de que, estoy enamorada.
Y tengo miedo.
Un miedo irracional.
Un miedo como ese que sienten los niños pequeños cuando ven que sus padres se van de viaje durante una semana, ese miedo que se siente cuando te quitan tu mantita, ese miedo que se siente cuando te pierdes en medio de la calle, ese miedo que se siente cuando no eres dueño de ti mismo.
Es la primera vez en mucho tiempo que lloro.
Que lloro con algún motivo.
El motivo de haberme defraudado a mi misma. De haber prometido que nunca más volvería a caer, y haberlo hecho. Con el motivo, de no valorar lo bueno que tenía y ver como lo dejé ir. Con el motivo de ver el daño que he podido causar a otros por mi orgullo.
Con el motivo, de haberme enamorado.
De haberme enamorado, sin haberle dicho nunca que le quiero.
Me he dejado cegar, me he dejado llevar por ocho segundos en sus brazos, me he dejado acariciar por su mirada, y me he arropado en su voz las noches de sábado hasta las dos de la mañana.
Sin esperar nada a cambio, yo me he enamorado.
Nunca he sabido que siente él. Nunca lo he sabido, y creo, que nunca llegaré a saberlo.
Nunca se enamoró de mi, ni creo que se enamore.
No puedo culparle, es más fuerte que yo.
Quiero creer que fue verdad, que fui la única, que nunca hubo más. Quiero saber que es así, pero nunca he tenido el valor de preguntárselo. Quizás, el tampoco habría tenido el de responder.
Quedará siempre la duda de saber qué sentía por mí. Quedará siempre una conversación pendiente. Quedará saber si en algún renglón de su libreta, aparece mi nombre.
No fue buena idea vivir a espaldas del mundo.
Allí, no hay luz. Nos tenemos que conformar con los focos que alumbran el escenario, y solo nos dejan ver las sombras del exterior. Imaginado lo que pasa ahí fuera. Sin llegar a saberlo nunca ciencia cierta.
como en el mito de la Caverna, Necesito que algún loco venga a contarme lo que hay fuera.
Fuera del Miedo que me produce el Amor.
Fuera del miedo del amor está el vacío que te deja una vida sin él. Ama, aunque sólo sea para ver como pierdes ese amor, pero tú ama, nadie te quitará las tardes que pasaste, ni las noches que quisiste pasar, nadie te quitará eso, el loco que venga a sacarte de la caverna sólo conseguirá que recuerdes tardes distintas, pero aquellas quedarán, deja que se queden.
ResponderEliminara mí me da más miedo cuando tengo pesadillas de esas en las que nunca me he enamorado...
ResponderEliminarenamorarse es de valientes, pero también de cobardes. creo que realmente es de todos...
el amor es necesario
hasta cuando se va.
escribes que dan ganas de quedarse a vivir en tus textos...
:)
¡Quién no tiene miedo cuando se enamora, Emily! El amor es una fuente poderosa de muerte y renovación. Yo soy de los que creo que vivimos la vida a golpes de amor. Y amar es siempre enfrentarse con el Misterio. A la vez atrayente y terrible. Porque cuando amamos perdemos las seguridades y los apoyos, y el corazón se dilata sin control aparente a una nueva medida en la que con asombro, veremos como el amor vuelve a hacerse hueco. Emily, siento una profunda admiración por tí. Me encanta ver como conviertes la vida en un soplo de creatividad y belleza. Rasga el velo del miedo, Emily, porque a pesar del dolor, el amor nos mantiene vivos y capaces de comprender la vida en toda su profundidad.
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