jueves, 19 de mayo de 2011

 En aquel momento, justo antes de empezar a cantar la ultima canción, cuando toda esperanza estaba perdida, entraste corriendo en la sala. Venías mojada, casi sin aliento, con el pelo en la cara y muerta de frío.
Tenías la respiración entrecortada, había mucha gente y casi no podías pasar, sin embargo, él sintió tus pisadas, aquellas pisadas que habían sonado tantas veces en su habitación, aquellas pisadas que había tenido tan cerca cuando se alejaban, aquellas pisadas que ejercían de metrónomo cardíaco.
 La vio pasar.
Te reencontró con su mirada, esa que hacía tanto tiempo no veía. A pesar de la falta de maquillaje y del pelo alborotado, le volviste a parecer la mujer más guapa que había conocido.

Por un segundo, os examinasteis en silencio, os contasteis lo que había pasado en los últimos años, discutisteis  y os abrazasteis.
Por un segundo, os amasteis a escondidas delante de todo el público.

Y así, volvió la vista hacia su guitarra, y susurró al micrófono
 "Siempre tú ... tan inoportuna"

Emily´s (PPP)

Por un segundo, y nadie más ser percató, entre vuestros ojos, se compuso su novena sinfonía

No hay comentarios:

Publicar un comentario