Ahí estás. De nuevo. Bajas en tu bicicleta por la cuesta, rápido, muy rápido, con la velocidad justa para tirarla a un lado cuando termina la rampa, y venir corriendo hacia mi.
Me abrazas muy fuerte y yo me agarro a tu cintura, tan fina, tan elegante, tan inimaginablemente masculina.
Sonríes. Me das besos, besos muy cortos, muy pequeños, muy rápidos, como si se fuesen a agotar los labios. Me besas la nariz. Sonríes. Te quitas tu sombrero y me lo pones. Me vuelves a sonreir.
Se nos ha parado el mundo. No importa el calor , ni que el sol nos queme, no importa el lugar ni la gente.
Aunque no haya nadie.
Tú, yo, solo, siendo.
Como ha sido siempre, como es, como sé que será-
Solo nosotros lo (nos) sabemos.
Eres.
n o q u i e r o v o l v e r t e a l e e r c o s a s t r i s t e s
No hay comentarios:
Publicar un comentario