domingo, 10 de junio de 2012

Capítulo B

Las cosas que hice en los primeros días en los que decidí que iba a cambiar mi vida fueron muy sencillas.

Decidí cambiar mi forma de escribir, no porque la anterior no me gustase pero entendí que tenía que probar diferentes estilos y quizás ceñirme a ciertas "normas" Para ello cambié el blog, quise darle una imagen más fresca, más positiva, menos agobiante, quería que fuese como un viaje a través de mi, de mis días de mi cambio. quería que fuese un "Exilio en masa" de mi misma, desde dentro hacia fuera.

Ordené mis prioridades.
La responsabilidad, (los estudios, trabajo) ocuparían un lugar esencial cuando debieran, nunca se puede faltar a lo obligatorio y a lo que nos hace sentirnos algo mejores. Pero solo cuando fuese y debiese ser así. Nada de no salir por estudiar, de quedarse en casa por estar cansada o de agobiarse por la memoria. Todo eso quedaba en un segundo plano
Si bien ya valoraba a mi familia y sabía que eran parte muy importante de muy importante de mi vida, me doy cuenta de que, quizás por mi propia enajenación, no valoraba a mis amigos. Y empecé a hacerlo. Salir con ellos, divertirme con todos, había muchos que yo no había disfrutado aún, y se acababa mi etapa en su compañía diaria.
Por último, dejé de buscar. Me propuse ser yo la persona que tanto busco. Esa persona diferente, divertida, que con poco haga algo grande, esa persona que no le de miedo hacer el ridículo, correr en la lluvia, gritar a la nada, pintarse la cara, bailar en a calle... Esa persona que había sido durante tanto tiempo y que había perdido su esencia. Esa persona que yo era y que me propuse volver a ser.

Quizás, solo estuviese buscando a alguien que fuese mi propio reflejo

1 comentario: