viernes, 31 de mayo de 2013

Lo que no te conté cuando aún no bebía

Entonces comprendí su felicidad. Él había empezado una nueva vida, una nueva historia, un nuevo futuro, el había empezado la felicidad.
Era una de esas promesas aterradoras de parejas jóvenes felices. Una de esas que se ven en polaroid, que llevan a Tiersen de fondo. Una de esas que salen en las películas y acaban con la chica llorando cuando él tiene que partir a la guerra.
Quizás sólo fuese eso. Una guerra. Una guerra por la juventud y contra el tiempo


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