jueves, 1 de octubre de 2015

De trazos antiguos

Podría decirte muchas cosas, abrazarte toda la noche o besarte la frente como a un niño. Podría arroparte y susurrar entre tus suspiros que "todo va a estar bien". Leerte un cuento antes de dormir, dejar que repares en todas sus cortesanas. 
Porque después de todo, después nada, después de ellos y después de ti, después, estoy yo. Te creerás tan fuerte para escapar por la ventana... Saltarás pensado que, sin  saber planear, ya vuelas. Vivirás en el aire entre el polvo de tus Campanillas y te perderás, siendo rey, entre otros tantos niños sin rumbo.
Tú, por el cielo, mi niño. Mi pequeño y adorable niño. Cuando cierres los ojos, cuando no queden hadas, cuando los infantes crezcan y te aterren los padres, entonces.

Entonces podría decirte muchas cosas, abrazarte toda la noche o besarte en la frente. Pero me quedaré aquí, aún sobre tacones bailando.  Como una Wendy que se ha pensado adulta, con su vestido azul y el lazo entre el cabello. 

He dejado la ventana abierta por si volvías de tu "Nunca Jamás"

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