martes, 6 de octubre de 2015

Justo pensé escribir hoy sobre el tiempo que hacía que no te pensaba. La curiosidad me mató como gato y  acabo de venderte mi séptima vida. No reconoceré jamás el dolor que me supone odiarte así.

Será que estamos a principio de mes, o que las hojas empiezan a perder el verde. Que ya tengo otra ciudad, que no te escribo en los rincones, que no me suenas en las calles, que ya no entras en mis vaqueros. Será que ya no eres, pero no reconoceré jamás el dolor que me supone odiarte así.

Para que, además, ni me hagas escribir algo bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario